El sábado aproveche que pasaba cerca de un Alcampo para surtirme de galletas, pasta, pan de Schär, compre un cargamento para un mes, porque la variedad y la diferencia de precio con cualquier otro establecimiento no tiene precio…
Mientras llenaba el carro y dejaba prácticamente vacío los estantes, noté como un matrimonio me miraba alucinado, creo que pensaron que era una glotona o que en mi familia había por lo menos 5 celiacos de la cantidad de cosas que compre. Pero es que el Alcampo me pilla muy lejos y cuando voy aprovecho para no tener que volver en mucho tiempo.
La pareja iba con una niña pequeña, llevaban en la mano el librito de FACE y se les veía indecisos… en seguida noté que eran nuevos, porque se leían los ingredientes de cada paquete de galletas, lo buscaban en la lista y estaban alucinando con los precios de todo. La mujer tardo dos segundos en preguntarme si era celiaca, y decirme que a su niña se lo acababan de diagnosticar; se les notaba ganas de hablar y de preguntar. Y con menuda dieron, porque como os podréis imaginar yo tardo un segundo en contar mi vida…
Estaban indecisos con qué marca comprar, justo en ese momento estábamos 3 celiacos comprando y todos les afirmamos rotundamente que la mejor marca era Schär, por variedad y calidad. Y que aunque fuesen bastante caros sin duda merecía la pena. Nos vio a todos tan seguros que según yo cogía 4 paquetes de galletas ellos cogían uno para probarlo. Le preguntaban a la niña si le apetecía, pero la pobre niña miraba sin entender mucho lo que le preguntaban.
La madre de la pequeña estaba sorprendida con la diferencia de precios entre un herbolario y Alcampo en productos de Schär, yo le explique que por eso cuando yo iba compraba mucha cantidad, porque ir es proceso a eso me daba pereza, pero prefería comprar mucho y aprovechar los precios, que no tener que recurrir al herbolario del barrio.
Llego el momento del pan, el padre lo miraba incrédulo, “¿¿¿cuesta tres euros dos panes???”lo mejor fue su cara, cuando les dije “y vienen medio cocidos, los tenéis que poner en el horno” .. la respuesta del marido fue clara “ y encima vienen sin hacer”, algo que para nosotros es tan normal, ellos no daban crédito. Y eso que para no asustarles, no les dije nada de lo malo que estaba. Ya lo irán descubriendo.
Me hicieron un interrogatorio sobre que supermercado era mejor para hacer la compra si Alcampo, Carrefour o Mercadona, Evidentemente les recomendé Mercadona, por la tranquilidad de ver en sus marcas blancas la etiqueta de sin gluten en los productos que son aptos para nosotros, en seguida otra celiaca que estaba en el pasillo les contó que su hija era celiaca y que por eso estaban tan concienciados con nuestro problema. Pero para comprar las galletas, pan, pizzas les recomendé Alcampo porque en Mercadona hay poca variedad.
Les hable de Mana, de Celmart, de los herbolarios (que tienen poco y encima son caros, de restaurantes… la verdad es que 5 minutos dieron para mucho, no sé si los pobres padres retuvieron toda la información que en un segundo todos los celiacos que estábamos en el pasillo de sin gluten les fuimos contando.
Después de este rato charlando y compartiendo experiencias con ellos, me despedí y me fui a seguir haciendo la compra, cuando estaba en la cola de pagar me di cuenta que me faltaban las bases de pizza, corriendo volví a la sección gluten free a por ellas y para mi sorpresa todavía seguían el matrimonio decidiendo que comprar, ¡¡¡qué pena me dieron!!! Estaban tan perdidos…
Cogí las bases de pizza y el marido me pregunto dos veces incrédulo, “¿pero esto esta bueno?” le costaba creérselo, ya les dije que las bases de pizza de Alcampo a mí personalmente no me disgustaban, pero que había más opciones y esto es algo personal, de ir probando y dar con la marca que te guste. Los pobres la echaron en el carro. Intente animarles y les dije que en unos meses serian unos expertos como nosotros, y que sabrían perfectamente que comprar, pero por ahora les esperaba una época de ir probando hasta dar con lo que a la niña le gustase, pero que una vez que se habituasen a esta nueva dieta, verían que tenemos de todo y bastante rico, eso sí mucho más caro.
No sé si sirvió de mucho el intercambio de experiencias que vivimos en el super, pero por lo menos yo me fui muy con la sensación de haber ayudado un poquito a una nueva familia celiaquita.